Las baritinas son más económicas y de fácil acceso, pero su desempeño operacional es significativamente inferior a los desmoldantes en base a ceniza de hueso. Por otra parte, la tasa de consumo en desmoldantes en base a baritinas es superior, por lo que podrían considerarse como un producto menos eficiente en términos generales.

Se recomienda utilizar agua como solvente, asegurándose que esta tenga un pH alcalino o neutro. Utilizar agua con pH ácido puede descomponer químicamente el desmoldante, generando diversos problemas en la formación de los ánodos. Una señal clara de un agua con pH ácido es la formación de espuma en la mezcla con el desmoldante.

Midiendo la densidad de la mezcla en suspensión. Cuando la densidad es muy baja, los ánodos tienden a pegarse a los moldes y cuando la densidad es muy alta, se aprecia una mayor impregnación del desmoldante en los ánodos.
Es recomendable agitar vigorosamente la mezcla de desmoldante al momento de su preparación, ya que tiene una velocidad de decantación alta.

Es recomendable distribuir el desmoldante de tal forma de reforzar la superficie que entra en contacto directo con el cobre fundido vertido, y luego distribuirlo de tal forma que en las terminaciones de las orejas se aplique una menor concentración de desmoldante. Para conseguir este objetivo, es mucho mejor utilizar algún sistema automático de aplicación, que permite distribuir de manera eficiente el desmoldante, reforzando áreas de mayor esfuerzo térmico y consumiendo la cantidad adecuada del producto.

Dentro de las principales razones de rechazo, se encuentran comúnmente la mala calidad del desmoldante, una densidad de mezcla inapropiada, nivelación de moldes, temperatura de moldes, calidad de moldes, forma de aplicación del desmoldante, entre otras.